MamáFerrari: Lo que aprendí

martes, 26 de noviembre de 2019

Lo que aprendí

Cuando todavía no estaba embarazada, ya tenia algunas amigas alrededor que si lo estaban, incluso que tenían hijos "grandes" y empecé a enterarme de qué era eso de los grupos de apoyo, ya fueran de apoyo a la lactancia o de apoyo a la crianza, y jamás pensé en que yo fuera a necesitarlos por dos razones:
1 estaba convencidísima que yo daría la teta, por lo que no tendría que ir a ningún grupo a que me "convencieran"
2 sabia perfectamente como criar a mi hija, porque mi hija nunca me iba a montar "numeritos" en el super, mi hija dormiría placenteramente en su habitación desde los 7 meses y la hora del baño sería maravillosa siempre.
JA JA Y JA
No podía estar mas equivocada.

Cuando tuve a mi niña, al día siguiente ya tenia problemas con la lactancia, pero me fié de lo que me decían familiares y amigas. No fué hasta los dos meses cuando una completa desconocida me aconsejó de verdad y en tono serio "Laura, tu necesitas ir a un grupo de apoyo a la lactancia" y no se porque, le hice caso, o quizás si se porqué, fue porque esa chica hablaba con tanta seguridad que a mi me proporcionaba seguridad y acudí. En un mes, mis problemas con la lactancia estaban solucionados. ¡¡Magia!!

Ir a ese grupo de lactancia me llevó al mismo grupo pero ha hablar sobre crianza, cuando mi niña empezó a tirar cosas al suelo, cuando grita sin sentido y no se que hacer, cuando decidimos educar con respeto, sin golpes y sin gritos pero no sabes como hacerlo porque nunca has visto a nadie hacerlo así.

Lo que aprendí de los grupos de apoyo a la lactancia y crianza fué amor, respeto, cariño, entrega... no solo lo aprendí de cada una de esas madres hacia sus hijos, si no de cada una de esas mujeres hacia las otras mujeres. Una asesora de lactancia que me habló con todo el cariño del mundo para hacerme ver que mi problema con la lactancia no era mio, si no de mi hija y que yo no notase un ataque en ella. Esa entrega de cada reunión sin animo de lucro que organizan, que te contesten a un whatsapp con alguna duda a las 3 de la mañana... ahí hay mucho, mucho, mucho amor.

Aprendí que hablando de tus problemas y no quedandotelos dentro, no solo te ayudan a ti a desahogarte, ayudan a otra madre a darse cuenta de que no tiene un hijo "bicho raro", que todo lo que esta pasando es normal. Hablar solo de la bueno de la maternidad no nos hace bien a nadie.

Aprendí a tener paciencia, creo que es la palabra mas dicha en estas reuniones, paciencia (es la madre de la ciencia) y amor.

 Aprendí a empoderarme, aprendí a decir como quería (y quiero) que sean las cosas en cuanto a mi hija se refiere, aunque también me empoderó a mi como mujer.

Aprendí que la desnaturalización que tenemos en cuanto a embarazo, parto, lactancia y crianza no nos hace bien a nadie, pero lo que peor parados salen son los niños.

Aprendí a respirar hondo, aprendí a enseñar, aprendí a re-aprender.




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